Desde hace unas semanas voy compartiendo en mi instagram las recetas que cocino a diario y están teniendo muy buena aceptación, tanto que me habéis propuesto que haga un blog de recetas, no se, me lo pensaré, igual es el momento de cambiar la moda por la cocina, o de compaginar las dos cosas jjjj, de momento hoy os traigo una recomendación gastronómica.

Hace unos meses os contaba que Ramón Piñeiro había abierto un nuevo restaurante en la famosa calle Laurel de Logroño, La Parrilla Riojana y nos gustó muchísimo. Ese día, Ramón nos dijo que teníamos que ir a probar la carta de su otro restaurante, La cocina de Ramón y por una cosa u otra, todavía no habíamos podido ir y por fin llegó ese día.

Habíamos oído hablar muy muy bien de este restaurante, pero si tengo que ser totalmente sincera, os diré que se quedaron cortos.

Ramón apuesta por las verduras en sus menús, creando unos platos modernos con productos de la huerta Riojana.

El restaurante está en pleno centro de Logroño, al lado de la catedral y nos recibió en un reservado con paredes de piedra y un ambiente súper acogedor.

El propio Ramón se encargó de todo y nos puso un menú muy variado y riquísimo.

Para empezar un aperitivo, Snack crujiente trufado y una crema de puerros, deliciosas las dos cosas y con muchísimo sabor.

El primer entrante era una tabla con un buñuelo de morcilla sobre compota de pimientos y envuelta en corteza de cerdo (increíble como se distinguían perfectamente todos los sabores), croqueta cremosa de jamón ibérico y anchoa de Santoña sobre pan de maíz y puntos de ajo negro (no habíamos comido una anchoa tan sabrosa en la vida)

El segundo entrante, Gyozas de cordero con crema de aguacate y filamentos de guindilla, buenísima.

 Tercer entrante: verduras del mercado cocinadas cada una por separado y terminadas con un gel de espinaca y guisante. Tenían el punto perfecto de cocción y la salsa les daba el toque de sabor.

 Cuarto entrante: Huevos trufados, nos rallaron la trufa en la mesa, el huevo estaba cocinado en su punto y la trufa le dio un toque espectacular.

Pasamos a los segundos platos.

Atún rojo en tataki, la base eran unas verduritas al wok, por encima unas láminas de atún seco deshidratado que se movían con el contrate del calor y un caldo de atún y pimientos.

Como segundo plato pichón de bresse acompañado de parmentier trufada y empanadilla de su propia casquería, el pichón estaba buenísimo, pero la empanadilla... de 10!

Para finalizar los postres, el primero trampantojo de coco y mango, a simple vista parecía nata o merengue y como veis, el plato parece un huevo frito, pero es una espuma de coco y la yema una crema de mango con un sabor.... increíble.

Y el segundo postre, mousse de yogurt con frutos rojos, quien me conoce sabe que con los postres no pudo acertar mejor, soy una loca de los frutos rojos, del mango y del coco, así que un 12!

El vino si que lo escogimos nosotros y el elegido fue Antología de Bodegas Ontañón, súper rico.

Con el café nos sacaron una bandeja decorada con café en grano, con unas pastas caseras y unas gominolas, todo detalles.

Ya sabéis que nos gusta mucho comer y hemos probado muchos restaurantes de todo tipo y salimos de allí con la sensación de que, si no es la vez que mejor hemos comido, si duda alguna de las mejores!

Ramón es encantador, cercano, divertido, campechano y eso se nota en su equipo que fueron muy muy atentos y súper amables.

Sin duda un restaurante al que volveremos.

Tenéis carta y menú, así que si vais por Logroño sin duda os lo recomiendo, al igual que La Parrilla Riojana.

Ramón, eres un crack! Gracias.